El hidrógeno LOHC es hidrógeno que se disuelve a partir de un portador orgánico líquido utilizado para el transporte.
Fondo #
La transición a las energías renovables es crucial para hacer frente al cambio climático y garantizar un futuro sostenible. Entre los diversos vectores energéticos, el hidrógeno destaca por su alta densidad energética y su potencial de energía de cero emisiones. Sin embargo, uno de los principales desafíos con el hidrógeno es su almacenamiento y transporte. Los métodos tradicionales, como el almacenamiento de gas comprimido o líquido criogénico, plantean ciertos riesgos y desafíos logísticos. Aquí es donde entran en juego los portadores de hidrógeno orgánico líquido (LOHC), que ofrecen una solución prometedora para una gestión eficiente y segura del hidrógeno.
Los LOHC son compuestos orgánicos que pueden absorber y liberar hidrógeno de forma reversible a través de reacciones químicas. Estos portadores suelen estar formados por compuestos aromáticos como el tolueno, que puede hidrogenarse a metilciclohexano. Este proceso de hidrogenación almacena hidrógeno dentro de la LOHC, y la deshidrogenación lo libera cuando es necesario. Una de las principales ventajas de la tecnología LOHC es que permite almacenar y transportar hidrógeno a temperatura y presión ambiente, lo que reduce significativamente los riesgos y costes asociados a los métodos convencionales de almacenamiento de hidrógeno. Empresas como Hydrogenious han sido pioneras en las primeras aplicaciones.
Beneficios de la tecnología #
El uso de LOHC trae varios beneficios. En primer lugar, el aspecto de la seguridad es primordial. A diferencia del gas de hidrógeno comprimido o el hidrógeno líquido, los LOHC no son explosivos ni inflamables en condiciones estándar. Esto los hace más seguros para su manipulación, almacenamiento y transporte, reduciendo los riesgos de accidentes. En segundo lugar, la infraestructura de los LOHC es compatible con los sistemas logísticos de combustible existentes. Esto significa que los oleoductos, los camiones cisterna y las instalaciones de almacenamiento actuales se pueden utilizar con modificaciones mínimas, lo que facilita una transición más fluida a una economía del hidrógeno.
Además, la tecnología LOHC puede ser altamente eficiente. El proceso de hidrogenación y deshidrogenación se puede repetir varias veces sin una degradación significativa del material portador, lo que lo convierte en una opción sostenible. La densidad energética de los LOHC también es comparable a la de los combustibles tradicionales, lo que permite el transporte de hidrógeno a larga distancia sin pérdidas significativas. Esto hace que los LOHC sean especialmente adecuados para aplicaciones industriales a gran escala y para el comercio transfronterizo de hidrógeno.
Desafíos #
A pesar de su potencial, la tecnología LOHC no está exenta de desafíos. Los procesos de hidrogenación y deshidrogenación requieren catalizadores y condiciones específicas, que pueden ser intensivas en energía. La investigación en curso tiene como objetivo mejorar la eficiencia de estos procesos, reducir costos y desarrollar catalizadores más efectivos.
En conclusión, los portadores de hidrógeno orgánico líquido (LOHC) representan un gran avance en la tecnología de almacenamiento y transporte de hidrógeno. Al ofrecer una solución más segura, eficiente y económicamente viable, los LOHC pueden desempeñar un papel crucial en el cambio global hacia una economía sostenible del hidrógeno. A medida que la investigación y el desarrollo continúan, la adopción generalizada de la tecnología LOHC podría revolucionar la forma en que almacenamos, transportamos y utilizamos el hidrógeno, allanando el camino para un futuro más limpio y ecológico.