Hacia otras fuentes de energía #
Una transición energética es un cambio estructural importante en el consumo y la generación de energía en una economía. Por lo general, se identifican y desarrollan nuevas fuentes de energía y surgen nuevos patrones de consumo. A menudo, una transición energética también va acompañada de innovaciones tecnológicas. La transición a menudo requiere inversiones sustanciales en infraestructura, investigación y cambios en las políticas para facilitar la adopción de nuevas tecnologías. Además, puede conducir a una redistribución del empleo y del capital, así como a cambios en los mercados energéticos mundiales y en el panorama geopolítico.
Eventos pasados #
Los acontecimientos pasados incluyen la transición de la biomasa al carbón en Europa a partir de finales del sigloXVIII . Esta transición marcó finalmente el comienzo de la revolución industrial. Los mismos acontecimientos se han repetido en América del Norte. Por ejemplo, en 1825, la mayor parte de la energía utilizada en los Estados Unidos provenía de la madera y el trabajo manual. Para 1900, el carbón se había convertido en la fuente de energía dominante, representando más del 70% del consumo de energía primaria de la nación. Sin embargo, algunos estudiosos sostienen que la humanidad no ha experimentado realmente una transición energética completa. Véase, por ejemplo, aquí. En cambio, argumentan que hemos experimentado una serie de «adiciones de energía». Han surgido nuevas fuentes de energía que se han utilizado sin reducir significativamente el uso de las existentes. Esta perspectiva sugiere que, en lugar de reemplazar por completo las fuentes de energía más antiguas, simplemente hemos ampliado nuestra cartera de energía con el tiempo.
Sucediendo ahora: la transición a las energías renovables #
Hoy en día, estamos presenciando el inicio de otro cambio significativo en la generación de energía: la transición a las energías renovables. La contribución de la energía fotovoltaica (PV) y eólica está aumentando rápidamente, aunque sigue siendo relativamente modesta en la actualidad. Este cambio está impulsado por varios factores, incluida la creciente preocupación por los impactos del calentamiento global antropogénico, el posible agotamiento de las fuentes de combustibles fósiles de fácil acceso y la disminución de los costos de las tecnologías de energía renovable. Un desafío importante en esta transición es la intermitencia de las fuentes de energía renovables. Para hacer frente a esta limitación, se están desarrollando diversas tecnologías. Su objetivo es mejorar la fiabilidad y la integración de las energías renovables en la red.
El papel del hidrógeno en la transición a las energías renovables #
El hidrógeno, como vector energético limpio y versátil, desempeña un papel crucial en este cambio. El proceso de producción de hidrógeno, principalmente a través de la electrólisis del agua alimentada por fuentes de energía renovables, permite almacenar el exceso de energía producida durante las horas pico de generación. Si el hidrógeno se produce a gran escala, puede garantizar un suministro de energía constante y confiable, incluso cuando el sol no brilla o el viento no sopla.
La transición energética, en particular a través de las tecnologías del hidrógeno, es fundamental para lograr un futuro energético sostenible. No solo aborda la necesidad urgente de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, sino que también promueve la diversidad energética y la resiliencia.
