La baja presión siempre es beneficiosa para la seguridad. Sin embargo, debido a la baja densidad del hidrógeno, a menudo se requiere alta presión para almacenar o transportar hidrógeno gaseoso. Los ingenieros a menudo usan un material polimérico reforzado con fibra de carbono para permitir un diseño de bajo peso a alta presión.
Implicaciones de seguridad de los diseños de alta presión #
Las altas presiones aumentan la tasa de fugas. Además, si hay una fuente de ignición presente, existe la posibilidad de una explosión. Prevenir el riesgo de explosiones es uno de los principales retos cuando se trabaja con soluciones de almacenamiento de hidrógeno a alta presión. Si bien la mitigación es posible hasta cierto punto, las consecuencias en caso de falla son graves. Si un equipo falla y estalla violentamente, partes de este equipo pueden consumir una alta energía cinética y causar daños a las personas en los alrededores. La siguiente figura ilustra los principales efectos.
Si bien el nivel de riesgo depende de muchos factores, el potencial de peligro es mucho menor si la presión es menor.
Tecnología de estado sólido #
Las soluciones de GRZ Technologies (por ejemplo, nuestros almacenamientos de la serie DASH M) funcionan a baja o muy baja presión y temperatura ambiente. Los ingenieros de diseño de GRZ Technologies diseñarán sistemas de almacenamiento con la presión más baja posible que coincidan con los requisitos del consumidor de hidrógeno aguas abajo. Por ejemplo, si el dispositivo aguas arriba es un electrolizador que produce hidrógeno a 35 bar(g) y la pila de combustible aguas abajo consume hidrógeno a 5 bar(g), el nivel de presión del almacenamiento está diseñado para estar en el rango entre 5 y 35 bar(g). Por lo tanto, la tecnología ofrece las ventajas del almacenamiento de alta densidad, pero a un nivel de riesgo significativamente menor que las tecnologías de tanques de almacenamiento de alta presión disponibles actualmente.
En conclusión, los sistemas de almacenamiento de hidrógeno a baja presión son más seguros que los de alta presión por varias razones. Reducen significativamente el riesgo de explosiones o rupturas y liberan hidrógeno más lentamente en caso de fuga, minimizando los peligros inmediatos. Además, el proceso de liberación endotérmica a baja presión da como resultado cambios de temperatura más manejables, lo que mejora la seguridad general del sistema. Así, los sistemas de baja presión ofrecen una solución de almacenamiento de hidrógeno más estable y segura.